miércoles, 20 de enero de 2016

20 de Enero.

¿Sabéis ese 8 de Octubre? La publicación anterior...
Pues bueno, la historia continúo y no precisamente fue bien. Aun que al principio si lo pareciera.
Justo cuando estaba apunto de comprar los billetes a Alemania, vi algo, algo que me hizo poner un poco los pies en la tierra y dejarlo pasar y esperar. Esperar a que llegase la Navidad y el viniese a España.
Y así fue, 26 de diciembre, sábado. Mi amiga y su novio, aquel chico que la invito al pueblo donde yo conocí al otro chico, tenían cena y el novio de mi amiga acabó diciéndome que fuera.
Y fui, y ahí estaba el, después de 4 meses y dos días exactos. Intente ser indiferente, estábamos cada uno en una esquina sentados, no nos veíamos y al principio llegué a pensar que no estaba, hasta que asome la cabeza entre la gente y como cuando el sol penetra por las rendijas de la persiana y hay un rayo más fuerte que los demás cegándote, le vi al el.
 Y seguí haciéndome la indiferente. Hasta que se acerco y me saludó... Acabamos la cena y ya un poco contentos volvimos a Santo Domingo a un bar y trago a trago, de bar en bar... Acabamos cruzándonos y hablando, sincerándonos y otra vez... besándonos. Todo parecía ir sobre ruedas, el mostraba interés, incluso pasamos la noche juntos... Otra vez más fue genial.
Al día siguiente nos despedimos, y me pregunto que cuando iba a volver a verme. Tan solo en 4 días volveríamos a vernos, Noche vieja.
Decidí no hablarle en esos días, esperando que por casualidad, el decidiese hacerlo, no quería agobiarle. Y no paso nada.
31 de diciembre, yo pasaba ahí la noche con mi familia por parte de madre, pero fui desde por la mañana, a la tarde le vi y ni si quiera un cruce de miradas... Algo que le reproche cunado me fui a casa por WhatsApp. En fin. Llegó la noche y le vi una vez en su chamizo, bien, distantes, pero bueno, bien.
Ya habrían pasado las tres de la mañana y le vi en el bar en el que trabajaba mi amiga, en el que siempre pasamos las noches, decidí acercarme y hablar un poco, de bueno rollo... Resulta que todo fue mal, me dijo palabras horribles... palabras que nunca pensé escuchar de su boca, palabras que me dolieron tanto... Me fui y no le he vuelto a ver. Volví como una idiota al día siguiente a escribirle pidiéndole una simple conversación, una explicación... Me contesto con un "Ya tenía planes pero veré si sacamos un hueco"

Y hasta aquí puedo leer. Fin de la historia. El día de reyes comiendo con mi familia no se como salio su nombre, da la casualidad de que mi tío le conocía, bueno, realmente algo fácil en Santo Domingo y me contó que le dijo no quería volverse a ir a Alemania.

Gracias a su actitud pase de tener unas ganas inmensas de conocerle, por que despertaba en mi un interés increíble a ser totalmente indiferente, siempre he sabido lo que quiero en mi vida y desde luego, no es una persona cobarde ni que me traten así.